La municipalidad de Cordoba, una introducción al tema en el marco del Plan Director Córdoba 2020 por parte del Secretario de Desarrollo Urbano Arq. Daniel Rey, y luego el equipo técnico que desarrolla el Programa de Construcción Sustentable.
A la jornada asistira El equipo de la Secretaría de Desarrollo Urbano
de la Municipalidad de Cordoba
Secretario de Desarrollo Urbano Arq. Daniel Rey
Sub Secretario de Planeamiento Urbano: Arq. José Ferrero.
Asesora Secretaría de Desarrollo Urbano: Arq. Silvina Mocci
Director de Arquitectura:Mgter Arq. Jorge Taberna
Sub Director de Arquitectura. Arq. Martín Lopez
Director de Planeamiento Urbano: Arq. Orlando Ferraro.
Sub Director de Planeamiento Urbano: Arq. Alvaro Lopez.
Del equipo técnico asistiran:
Mgter Arq. Natacha Gordillo
Biologa: Eugenia Alvarez
24.6.10
8.5.10
Construcción sustentable
El sector construcción es identificado como uno de los que más afecta el medio ambiente, debido a la cantidad de recursos naturales que consume, al volumen de residuos que genera y a la cantidad de CO2 que emite con su operación, producido, entre otras razones, por los combustibles fósiles empleados en el transporte de materias primas.
En el tema de los recursos naturales, se estima que mundialmente, los edificios consumen el 17% del agua potable, el 25% de la madera cultivada y entre 30% y 40% de la energía .
En cuanto a los residuos, éstos provienen de la construcción y demolición de las obras como tal, del transporte de los materiales, de un almacenamiento inadecuado, sumado a los embalajes y al material que sobra de hacer las piezas para las obras con las medidas requeridas. Se estima que cada habitante genera más de una tonelada de residuos al año.
Conscientes del daño generado, urbanistas, arquitectos, constructores y agentes inmobiliarios, han entendido que el paradigma de adaptar el medio a las necesidades del hombre puede cambiarse por uno donde los proyectos se adaptan al medio, respetando las condiciones naturales que los lugares poseen sin que ello represente sacrificio alguno de la comodidad y la modernidad para los usuarios .
A partir de esta reflexión, ha tomado fuerza la construcción sustentable o sostenible, tendencia que se dirige hacia a una reducción de los impactos ambientales causados durante todo el ciclo de vida de las edificaciones, incluyendo las etapas de construcción, uso y derribo de los edificios y por el ambiente urbanizado.
El desarrollo de la tendencia
En las últimas décadas se empezaron a incorporar en el sector algunos elementos que hoy hacen parte de la construcción sostenible, como: la arquitectura bioclimática, que pretende aprovechar las condiciones climáticas y el entorno del lugar de la edificación para darle mejores condiciones térmicas; la optimización del consumo de agua usando la lluvia, con lo que se pueden construir parques habitacionales abastecidos en un 50% por este método ; los ecomateriales, elaborados a partir del reciclaje o la reutilización de residuos de todo tipo, como por ejemplo los resultantes de construcción y demolición, de los cuáles se generan diariamente 7500 toneladas en el Valle de Aburrá.
De otro lado, ahora los proyectos de construcción deben ser concebidos con la perspectiva del Análisis de Ciclo de Vida, con lo que se garantiza que la construcción cumplirá con parámetros de calidad técnica y ambiental, sin desconocer su viabilidad económica.
A medida que se incorporan estas prácticas en las edificaciones, se ve la necesidad de contar con normas y estándares para evaluarlas y hacerles el respectivo reconocimiento.
Es el caso de la certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), creada por el Consejo Estadounidense de Construcción Sostenible. Se trata de un sistema de clasificación para las llamadas “edificaciones verdes”, en el cual se evalúan aspectos como la eficiencia energética y en aguas, materiales utilizados y el entorno, entre otros factores, para determinar qué tan amigable es la edificación con el medio ambiente. Hoy existen en el mundo más de 17000 proyectos certificados con este sello.
También existe otra certificación de este tipo, que obedece más al contexto europeo pero que de igual manera que el LEED puede ser susceptible de adaptarse a las condiciones de otros sitios, como es el caso del BREEAM (BRE Environmental Assessment Method).
Los beneficios
Además de lograr una disminución en el impacto ambiental, la tendencia hacia la construcción sustentable está orientada a satisfacer un usuario que cada vez está más preocupado por el deterioro del planeta y prefiere bienes amigables con el medio ambiente, incluyendo entre ellos sus lugares de vivienda y trabajo.
Además de mejorar la calidad de vida de quienes habitan los espacios verdes, en el mediano plazo estas edificaciones conllevan a un ahorro de dinero, pese a que los costos iniciales pueden parecer mayores.
Según la revista Dinero “un proyecto de construcción sostenible puede costar entre un 10% y un 15% más que una construcción tradicional. Pero en la medida que en se desarrollan el mercado de proveedores, materiales y profesionales capacitados se va reduciendo su costo. Hoy, en Estados Unidos no hay diferencias significativas entre los costos de los edificios LEED y los no certificados.
Además, diversos estudios muestran que el valor adicional inicial se ve más que compensado durante la operación: hay menores costos, un mayor valor del edificio y de su canon de arrendamiento, así como una mayor tasa de ocupación, que redunda en un mayor retorno de la inversión. Y es que los edificios con certificación LEED tienen ahorros de al menos 30% en energía, 35% en emisiones de carbono, entre 30% y 50% en agua y entre 50%-90% en costos de desechos; esto sin contar la mejora en la salud y la productividad de los empleados.”
fuente http:http://www.contacto-i.org/
En el tema de los recursos naturales, se estima que mundialmente, los edificios consumen el 17% del agua potable, el 25% de la madera cultivada y entre 30% y 40% de la energía .
En cuanto a los residuos, éstos provienen de la construcción y demolición de las obras como tal, del transporte de los materiales, de un almacenamiento inadecuado, sumado a los embalajes y al material que sobra de hacer las piezas para las obras con las medidas requeridas. Se estima que cada habitante genera más de una tonelada de residuos al año.
Conscientes del daño generado, urbanistas, arquitectos, constructores y agentes inmobiliarios, han entendido que el paradigma de adaptar el medio a las necesidades del hombre puede cambiarse por uno donde los proyectos se adaptan al medio, respetando las condiciones naturales que los lugares poseen sin que ello represente sacrificio alguno de la comodidad y la modernidad para los usuarios .
A partir de esta reflexión, ha tomado fuerza la construcción sustentable o sostenible, tendencia que se dirige hacia a una reducción de los impactos ambientales causados durante todo el ciclo de vida de las edificaciones, incluyendo las etapas de construcción, uso y derribo de los edificios y por el ambiente urbanizado.
El desarrollo de la tendencia
En las últimas décadas se empezaron a incorporar en el sector algunos elementos que hoy hacen parte de la construcción sostenible, como: la arquitectura bioclimática, que pretende aprovechar las condiciones climáticas y el entorno del lugar de la edificación para darle mejores condiciones térmicas; la optimización del consumo de agua usando la lluvia, con lo que se pueden construir parques habitacionales abastecidos en un 50% por este método ; los ecomateriales, elaborados a partir del reciclaje o la reutilización de residuos de todo tipo, como por ejemplo los resultantes de construcción y demolición, de los cuáles se generan diariamente 7500 toneladas en el Valle de Aburrá.
De otro lado, ahora los proyectos de construcción deben ser concebidos con la perspectiva del Análisis de Ciclo de Vida, con lo que se garantiza que la construcción cumplirá con parámetros de calidad técnica y ambiental, sin desconocer su viabilidad económica.
A medida que se incorporan estas prácticas en las edificaciones, se ve la necesidad de contar con normas y estándares para evaluarlas y hacerles el respectivo reconocimiento.
Es el caso de la certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), creada por el Consejo Estadounidense de Construcción Sostenible. Se trata de un sistema de clasificación para las llamadas “edificaciones verdes”, en el cual se evalúan aspectos como la eficiencia energética y en aguas, materiales utilizados y el entorno, entre otros factores, para determinar qué tan amigable es la edificación con el medio ambiente. Hoy existen en el mundo más de 17000 proyectos certificados con este sello.
También existe otra certificación de este tipo, que obedece más al contexto europeo pero que de igual manera que el LEED puede ser susceptible de adaptarse a las condiciones de otros sitios, como es el caso del BREEAM (BRE Environmental Assessment Method).
Los beneficios
Además de lograr una disminución en el impacto ambiental, la tendencia hacia la construcción sustentable está orientada a satisfacer un usuario que cada vez está más preocupado por el deterioro del planeta y prefiere bienes amigables con el medio ambiente, incluyendo entre ellos sus lugares de vivienda y trabajo.
Además de mejorar la calidad de vida de quienes habitan los espacios verdes, en el mediano plazo estas edificaciones conllevan a un ahorro de dinero, pese a que los costos iniciales pueden parecer mayores.
Según la revista Dinero “un proyecto de construcción sostenible puede costar entre un 10% y un 15% más que una construcción tradicional. Pero en la medida que en se desarrollan el mercado de proveedores, materiales y profesionales capacitados se va reduciendo su costo. Hoy, en Estados Unidos no hay diferencias significativas entre los costos de los edificios LEED y los no certificados.
Además, diversos estudios muestran que el valor adicional inicial se ve más que compensado durante la operación: hay menores costos, un mayor valor del edificio y de su canon de arrendamiento, así como una mayor tasa de ocupación, que redunda en un mayor retorno de la inversión. Y es que los edificios con certificación LEED tienen ahorros de al menos 30% en energía, 35% en emisiones de carbono, entre 30% y 50% en agua y entre 50%-90% en costos de desechos; esto sin contar la mejora en la salud y la productividad de los empleados.”
fuente http:http://www.contacto-i.org/
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